31 de mayo de 2007

Carta Abierta del Padre Javier Giraldo dirigida hacia el gobierno Colombiano


Recibida hoy carta del padre Javier Giraldo, dirigida al Gobierno Colombiano, respecto a la Comunidad de Paz, cuya exposición anunciamos en Siero:



Que cesen las atrocidades contra la Comunidad de Paz


Cuando se conoce de cerca a las víctimas, Señor Ministro; cuando se puede apreciar su temple moral en sus sufrimientos, sus proyectos, sus ideales y la cotidiana gestión de sus tragedias, causa más indignación y repugnancia la podredumbre de las mentiras oficiales con que se quiere cubrir los planes para destruiralas

Bogotá, mayo 28 de 2007


Doctor

CARLOS HOLGUÍN SARDI

Ministro del Interior y de Justicia

Ciudad


De toda consideración.


Acogiéndome al Derecho Constitucional de Petición, consagrado en el Artículo 23 de la Constitución Nacional y en los artículos 5 y siguientes del Código Contencioso Administrativo, quiero solicitarle encarecidamente explicar a la Comunidad Internacional y a la sociedad colombiana lo ocurrido la semana anterior en la Comunidad de Paz de San José de Apartadó y replantear la actitud y el tratamiento que el Gobierno nacional le está dando a dicha Comunidad, desconociendo las medidas provisionales que desde el año 2000 ha reclamado para la misma la Corte Interamericana de Derechos Humanos.


Como Usted bien lo sabe, Señor Ministro, ya que los medios de comunicación lo han informado repetidas veces, el lunes 14 de mayo de 2007, a las 07:00 horas, fue asesinado FRANCISCO PUERTA, integrante de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó. Francisco se encontraba a esa hora en la Terminal de Transportes de Apartadó. Una persona integrante de la Comunidad lo encontró en la cafetería de la terminal a las 7:00 a.m. y él le propuso tomar algo juntos, pero como dicha persona tenía urgencia de tomar un vehículo que ya iba a partir, se despidió rápidamente de él; cuando llegó a su destino, antes de las 8:00 a.m., ya circulaba la noticia del asesinato de Francisco. Organismos de inteligencia del Estado y miembros de la fuerza pública han tratado de desinformar a la comunidad nacional e internacional sobre el crimen. El Coronel Jorge Salgado, jefe del Estado Mayor de la Brigada XVII, ha enviado mensajes a grupos y congresistas de Estados Unidos afirmando que Francisco no fue asesinado en la Terminal del Transporte sino en un barrio de Apartadó, en medio de una riña, y que él había sido expulsado hace años de la Comunidad de Paz; tales afirmaciones trata de atribuírselas a la esposa y a la hija de Francisco, pero ellas lo desmienten rotundamente. Por diversos medios, órganos del Estado han intentado manchar la memoria de Francisco; ocultar y transformar las circunstancias de su muerte y tratar de envolverla en contextos de delincuencia común para eludir toda la responsabilidad que al Estado le compete. A pesar de todos los informes elusivos del Gobierno a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Comunidad de Paz viene denunciando de manera persistente, con hechos concretos, que la Terminal del Transporte continúa siendo un lugar privilegiado de presencia de los paramilitares, donde controlan los desplazamientos de los integrantes de la Comunidad que están en la mira de sus crímenes, con toda la complicidad de la fuerza pública que mantiene un control estrictto de ese lugar.


El mismo día fue posible observar la presencia de varios grupos paramilitares en el sitio Tierra Amarilla, sobre la carretera que de Apartadó conduce a San José, y en el barrio El Mangolo, donde la Policía suele tener un puesto de control y donde los paramilitares han tenido también una intensa presencia desde hace 10 años.


Francisco era uno de los líderes de la Comunidad de Paz. Habitaba en la vereda Miramar, de San José de Apartadó, donde había coordinado el establecimiento de una Zona Humanitaria. Cuando en 1997 se constituyó la Comunidad de Paz, él participó en su creación. En 1999, por razones económicas, se trasladó a zonas rurales de Saiza (Tierralta, Córdoba), pero al producirse operativos militares brutales que llegaron a incinerar las mismas viviendas de los campesinos, él regresó a San José de Apartadó en el año 2000. Se ubicó en la vereda La Cristalina y más tarde en Miramar. En 2003 participó, como delegado de la Cristalina , en un encuentro en el que participaron organizaciones nacionales e internacionales. A mediados de 2004 comenzó a impulsar el proyecto de Zonas Humanitarias y coordinó especialmente dicho proyecto en Miramar. En 2005 fue designado como miembro suplente ante el Consejo Interno de la Comunidad de Paz, en representación de las Zonas Humanitarias, y ese mismo año participó en el período de intercambio de saberes, promovido por la Universidad Campesina de la Resistencia , en unión con otras 20 comunidades de diversas regiones del país, en Remolinos del Caguán, Caquetá. En 2006 dejó la coordinación de la vereda Miramar y se dedicó a impulsar más el proyecto de la Zona Humanitaria de Miramar.


Cuando el cadáver de Francisco fue llevado a San José para su inhumación, a varios policías de los que permanecen allí se les oyó decir que ellos conocían los planes de los paramilitares para perpetrar nuevas masacres contra la Comunidad, pero que ellos no harían nada para impedirlo.


El miércoles anterior, 9 de mayo, cuando varias personas bajaban de San José hacia Apartadó, en el barrio El Mangolo, donde ordinariamente la Policía tiene un puesto de control, fueron retenidas por paramilitares que se identificaron como integrantes del grupo “Águilas Negras”, nuevo nombre que utiliza la estructura paramilitar de la zona. Los armados retuvieron a cuatro personas; les anunciaron que los iban a matar; les pidieron sus documentos de identidad, transmitiendo por un radio teléfono sus códigos; las condujeron al sitio donde ordinariamente la Policía tiene el puesto de control en el barrio El Mangolo y les tomaron fotografías. Luego recibieron directrices por el radio teléfono y les dijeron que ellas no eran las personas que buscaban, pero que si denunciaban lo ocurrido, las matarían. También les comunicaron que en los próximos días iban a ingresar a los sitios de la Comunidad de Paz y a comenzar a matar a varios de sus líderes y acompañantes. Les explicaron que esto lo hacen con autorización del Ejército y de la Policía, pues “con ellos no se juega”. Afirmaron que, luego de dos años de presencia de la Policía en San José, muy poca gente colabora con ellos, lo cual significa que la gente simpatiza más con la guerrilla y por eso hay que eliminarlos. Según los armados, son los militares y los policías quienes les han dado la lista de personas para matar.


El 24 de abril de este mismo año, un poblador del caserío de San José, quien no está formalmente integrado a la Comunidad de Paz pero es muy cercano a la misma, fue abordado por un funcionario de Acción Social de la Presidencia de la República, quien le dijo que él pronto iba a ser asesinado o detenido, pues no había querido integrarse a los programas de inversión social que el Gobierno adelanta en la zona. Cuando el poblador le replicó que allí están involucradas empresas que han trabajado con los paramilitares y los han financiado, el funcionario le respondió enfática y airadamente que toda la inversión social de la zona se hace en coordinación con los paramilitares y que quien no se integre a sus programas es mejor que se vaya de la zona antes de que lo eliminen.


En los últimos meses la Comunidad de Paz ha recibido informaciones sobre reuniones que han tenido lugar en diversos sitios de Apartadó, en las cuales reconocidos paramilitares que trabajan con la Brigada XVII, entre ellos Wilson Guzmán y Elkin Tuberquia, han estado anunciando la proximidad de masacres contra la Comunidad de Paz. Por su parte, organismos del Estado han estado ofreciendo dinero a integrantes de la Comunidad para que se conviertan en informantes y comuniquen los desplazamientos de los líderes y acompañantes de la Comunidad de Paz.


Un poblador de Apartadó que subió la semana anterior a San José a comprar unos cerdos, les dijo a los pobladores del asentamiento de San Josesito que se cuidaran mucho, pues los paramilitares han estado anunciando intensamente, en los barrios de Apartadó, durante las últimas semanas, que se aproxima una nueva masacre contra la Comunidad de Paz.


Algo que impresiona profundamente en coyunturas como ésta, Señor Ministro, es cómo el Gobierno no sólo le da la espalda a la realidad que viven las poblaciones desprotegidas, sino que trata a toda costa de crear “otra verdad”, que en nada se compadece con la que viven las víctimas. Es una “verdad” a todas luces falsa y malintencionada, construida con falsos testigos y con intenciones inconfesables. Hace pocos días pude escuchar en directo, en la cárcel de Apartadó, el relato angustiado de quienes fueron abordados por un abogado que trabaja con el Ejército y les ofreció varios millones de pesos si aceptaban rendir declaraciones falsas, con el fin de hacer aparecer a una víctima de la violencia oficial como “militante de la guerrilla” y así hacer absolver a soldados implicados en el crimen. Los expedientes judiciales están saturados de falsas “verdades” compradas como mercancías, con las cuales se construyen las más abyectas decisiones en fiscalías, juzgados, procuradurías y tribunales, en ejercicios de una ‘justicia’ que ya no conserva relación alguna con la ética. Cuando se conoce de cerca a las víctimas, Señor Ministro; cuando se puede apreciar su temple moral en sus sufrimientos, sus proyectos, sus ideales y la cotidiana gestión de sus tragedias, causa más indignación y repugnancia la podredumbre de las mentiras oficiales con que se quiere cubrir los planes para destruiralas.


Hace apenas dos meses y medio acudí con urgencia al Señor Vicepresidente Francisco Santos, a quien el Gobierno dice haber encargado de la protección de los Derechos Humanos, para solicitarle de manera apremiante que detuviera el plan de asesinato de siete personas, cuyos nombres fueron revelados por el paramilitar Elkin Tuberquia (persona a quien el mismo Ejército le destruyó su conciencia moral de manera perversa). La misma Corte Interamericana de Derechos Humanos intervino para tratar de proteger esas vidas antes de que fuera demasiado tarde, pero hasta ahora no se ha obtenido ninguna respuesta que revele acción alguna del Gobierno para desactivar tal proyecto criminal. Con asombro vimos, por el contrario, que varios de los que estaban en la lista para matar, fueron privados de su libertad por una Fiscal de Medellín cuyas arbitrariedades son conocidas en toda la ciudad, e involucrados en un proceso penal cuyos “testigos” son los mismos paramilitares que pretendían asesinarlos.


Esto explica el que hoy no acuda a la Vicepresidencia sino a Usted, Señor Ministro, cuyo mandato le impone obligaciones relativas a la convivencia ciudadana, para solicitarle que desmonte los planes criminales que están caminando contra la Comunidad de Paz. Las recientes revelaciones de uno de los mayores líderes del paramilitarismo nacional sobre sus relaciones operativas con el Señor Vicepresidente, me inhiben aún más para solicitarle a él intervenciones que se ha negado a realizar, dándole la espalda al alto riesgo que corre una comunidad que en cerca de 600 ocasiones anteriores ha sufrido ya la criminalidad del Estado, con el blindaje adicional de la absoluta impunidad.


Le solicito encarecidamente, Señor Ministro, que analice y evalúe a fondo lo nefasto que ha sido la presencia de la Policía en el caserío de San José. Desde su llegada, el 1° de abril de 2005, los paramilitares se sienten con absoluto poder en toda la zona. El paramilitar alias “Lalo“, quien participó en la masacre del 4 abril de 1999, en la cual fue asesinado el educador y artista Aníbal Jiménez (autor del Himno de la Comunidad de Paz) y al joven Daniel Pino le abrieron el estómago con un machete dejándolo agonizar una hora con sus visceras esparcidas por el piso, departe todos los días con los policías acantonados en San José, donde ha establecido una tienda y juegos de billar. Allí los paramilitares realizan frecuentes fiestas, mientras los policías destruyen el monumento en memoria de las víctimas; permiten el saqueo de las viviendas de los desplazados y las usan ellos mismos para actos de prostitución; buscan familias cercanas a los paramilitares para repoblar el caserío y las veredas, pisoteando los derechos patrimoniales de los desplazados, y le guardan las espaldas a los paramilitares en la ejecución de todos sus crímenes. También están presionando a las empresas integradas a la financiación de los paramilitares para que controlen la economía regional (producción y mercadeo de banano y de cacao), presentando su presencia allí como planes de superación de la depresión económica de la zona, mientras bloquean y destruyen todos los intentos de economía solidaria que la Comunidad había impulsado.


En un momento en que el mismo Gobierno está proclamando en su discurso la necesidad de “decir la verdad”, le solicito, Señor Ministro, que el Gobierno diga la verdad sobre sus planes de destrucción de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó. Es lamentable que sean ahora los criminales los que estén develando muchas verdades. ¿Por qué ha tenido que ser un alto comandante paramilitar quien confiese que los generales Rito Alejo del Río y Martín Orlando Carreño Sandoval trabajaban en íntima unión con los paramilitares, en una época en que éstos inundaron de sangre todos los días a Urabá? ¿Por qué el Gobierno nunca ha sido capaz de decirlo o siquiera de investigarlo con siceridad y transparencia, a pesar de todos nuestros clamores? ¿Por que ha sido el paramilitar alias “Melaza” quien ha tenido que revelar ante la Fiscalía su presencia, junto con el Ejército, en la horrenda masacre del 21 de febrero de 2005, la que el Gobierno se ha empecinado en negar?. ¿Cuánto tiempo, Señor Ministro, va a esperar el Gobierno para revelarle al país y al mundo los crímenes cometidos por la Brigada XVII en todos estos años? ¿Prefiere el Gobierno que sigan perpetrando los crímenes y no tocar para nada las estructuras criminales de dicha brigada, así como las de la Policía de Urabá?


Como Usted bien lo sabe, Señor Ministro, la modalidad de presencia de la Policía en San José fue tema de una mesa de concertación entre la Comunidad y el Gobierno en 2004, donde hubo posibilidad de analizar sinceramente las condiciones en las cuales un puesto de policía no violaría los principios de una comunidad de paz, así como de estudiar los posibles mecanismos de control que evitaran la repetición de atropellos, inmoralidades y delitos que los policías habían cometido en el pasado. Sin embargo, el Gobierno rompió unilateralmente la mesa de concertación, justo en la coyuntura de la horrenda masacre del 21 de febrero de 2005, adicionando la agresión a la Comunidad con las calumnias que el Señor Presidente profirió contra la Comunidad, destruyendo públicamente su reputación con base en falsas informaciones que le dió el Ejército, calumnias de las cuales no se ha querido retractar a pesar de las precisas directrices de la Corte Constitucional. Todo ello le quitó el piso a la mesa de concertación, la cual no podría funcionar sino sobre bases de buena fe. Desde entonces, a través de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Comunidad ha invitado persistentemente al Gobierno a hacer cuatro correcciones elementales que devuelvan una mínima base de buena fe, con el fin de restablecer un espacio de concertación. El Gobierno se ha negado rotundamente a ello. Entre tanto, continúa impulsando planes perversos de destrucción de la Comunidad.


No me acompaña ninguna fundada esperanza de ser escuchado, pero ante el sordo silencio de la Vicepresidencia, que se ha hecho cómplice ya de tántos crímenes al incumplir el encargo que le asignaron y que hoy inspira además angustiosos interrogantes y sospechas, acudo a Usted, Señor Ministro, para suplicarle que detenga este baño de sangre; que convenza al Señor Presidente para que recapacite y corrija el papel tan criminal que el Estado está jugando contra la Comunidad de Paz. La historia algún día les pedirá cuentas de tánta muerte, de tánta destrucción, de tánta injusticia, de tánta ignominia. En nombre de la humanidad, Señor Ministro, le ruego, le suplico y le imploro que reconsideren sus planes criminales; que recapaciten; que no le oculten por más tiempo la verdad a la Comunidad Internacional y al país; que en lugar de destruir más, reconstruyan y reparen los males que han causado; que le ahorren a gente tan sufrida, nuevos sufrimientos; que le pongan fin a tántas atrocidades.

De antemano le agradezco su atención a estas solicitudes angustiosas y le ruego enviar alguna respuesta, dentro de los términos legales, a la siguiente dirección:

[ … ]


Atentamente,

Javier Giraldo M., S. J.

30 de mayo de 2007

Carta Abierta a Guillermo Tellier, dirigente del PC de Chile


Señor Guillermo Tellier
Partido Comunista de Chile
Presente

Mi nombre tal vez no le diga nada, sin embargo deseo recordarle que hace dos días usted, junto a otro miembro del PC, llegaron al "Buffet Express", del Mall Estación San Borja, a tomar una bebida. Ahí los atendió una dependienta del lugar, que es mi nuera, a la que, al pedirle una coca cola y responder ella que no había, usted pidió otro refresco, que ni siquiera existe (Pap Diet), debido a lo cual finalmente se sirvió otro, mientras hacía llamar a la jefa del local para reclamar por la mala atención de la persona a la que le tocó servirle (mi nuera). Junto con lo anterior, estampó una denuncia contra ella en el libro de reclamos del local. ¿Qué tiene aquello de "anormal", es decir que un cliente presente un reclamo en contra de un empleado de un local comercial? Nada, señor, si no fuera porque su actitud, la típica de un patrón de fundo, deja mucho que desear, peor aún siendo usted miembro de un partido que se dice respeta y lucha por los derechos de los trabajadores. ¿Qué saco en limpio de esto? Que esos que nos hablan hoy de los derechos de los trabajadores, como usted, son los mismos burgueses que se codean con el poder y que hacen que en este país la riqueza continúe en manos de quienes todos sabemos. ¿Sabe usted lo que le ocurrirá a mi nuera por su reclamo? Ni más ni menos que van a descontarle parte de su sueldo, más una amonestación verbal del dueño del local, que lo único que pretende es despedirla por ser mujer y estar, además, embarazada. ¿Por qué mentir, señor Tellier, si la realidad no fue esa? ¿O tal vez usted se molestó porque mi nuera no le hizo una reverencia por pertenecer usted a la farándula política? Pues bien, ahora me voy a identificar. Mi nombre es Inés Castillo Jara, viuda de PATRICIO SOBARZO NÚÑEZ, ASESINADO POR LA DICTADURA EL 2 DE JULIO 1984, JUNTO A OTROS COMPAÑEROS, POR DEFENDER LA VIDA DE UN MIEMBRO DEL BRAZO ARMADO DE SU PARTIDO EN ESE ENTONCES, EL FRENTE PATRIÓTICO MANUEL RODRÍGUEZ. Mi nuera es estudiante de la carrera de Derecho y POR NECESIDAD TRABAJA, no por hobby, al igual que mi hijo, quien también estudia Derecho. Ella, además, es hija de un retornado del exilio. ¿Hasta cuándo es posible que tengamos que aguantar los atropellos de personas como usted? Pinochet ya murió Sr. Teiller, pero parece que usted ha heredado su legado de prepotencia y desaires con los más débiles.Le comunico, además, que esta carta va dirigida a todos los medios de comunicación y las organizaciones que usted frecuenta como dirigente de su partido. Inés Castillo Jara Profesora

28 de mayo de 2007

El Arbol Inutil


Thomas Merton


Hui tzu le dijo a Chuang:
"Tengo un árbol grande,
de los que llaman árboles apestosos.
El tronco está tán retorcido,
tan lleno de nudos,
que nadie podría obtener una tabla derecha
de su madera. Las ramas están tan retorcidas
que no se pueden cortar en forma alguna
que tenga sentido.

Ahí está junto al camino.
Ni un solo carpintero se dignaría siquiera
mirarlo.

Iguales son tus enseñanzas,
grandes e inútiles."

Chuang Tzu replicó:
"Has observado alguna vez al gato salvaje?
Agazapado, vigilando a su presa,
salta en ésta y aquella dirección,
arriba y abajo, y finalmente
aterriza en la trampa.

Pero ¿has visto al yak?
Enorme como una nube de tormenta,
firme en su poderío.
¿Qué es grande? Desde luego.
¡No puede cazar ratones!

Igual ocurre con tu gran árbol.¿Inútil?
Entonces plántalo en las tierras áridas.
En solitario.
Pasea apaciblemente por debajo,
descansa bajo su sombra;
ningún hacha ni decreto preparan su fin.
Nadie lo cortará jamás.

¿Inútil? ¡Eres tú el que debería preocuparse!"

26 de mayo de 2007

Oración por Marilyn Monroe

Ernesto Cardenal



Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe,
aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.
Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Times)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...

Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.

Señor
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.

Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escena
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.
Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.

Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores
¡y se apagan los reflectores!
Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta
porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río
la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.

La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue
como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan solo la voz de un disco que le dice: Wrong Number
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.

Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
¡contesta Tú al teléfono!

18 de mayo de 2007

El Hambre es un Crimen


Buenos Aires, 18 may (EFE).-

Con 4.600 kilómetros a sus espaldas, los 400 niños del Movimiento de los Chicos del Pueblo llegaron hoy a la Plaza de Mayo de Buenos Aires, donde miles de argentinos se unieron para gritar con ellos que "el hambre es un crimen".

Bajo este lema, la IV Marcha Nacional contra el Hambre Infantil, que se inició hace once días en la ciudad de Puerto Iguazú, en el límite con Paraguay y Brasil, exigió la formulación de una ley para que ningún menor viva por debajo del nivel de pobreza.

Cientos de banderas multicolores y argentinas, globos, marionetas y títeres, niños con zancos, bailes e incluso una locomotora y un vagón de madera recorrieron durante todo el día las calles de Buenos Aires hasta llegar a la Casa Rosada, sede del gobierno.

Al ritmo de los tambores y con el pitido de cientos de silbatos de fondo, miles de manifestantes portaron pancartas en las que podían leerse reclamos como "todos tenemos derecho a crecer sin hambre", "crecer con salud", "no matemos nuestro futuro", "los jóvenes encienden la llama del hoy y del mañana" y "los pibes son de todos".

Un grupo de integrantes de la agrupación humanitaria Madres de Plaza de Mayo recibieron a los niños en el histórico paseo, hacia donde también se movilizaron cientos de organizaciones sociales y sindicales.

Durante el acto, los chicos acusaron al presidente argentino, Néstor Kirchner, de haberse "gastado un fortuna en una piedra que no se mueve, mientras nosotros lloramos la desnutrición de los pibes del norte", e hicieron un llamamiento al pueblo para no ser "testigos mudos de otra generación de desaparecidos".

El actor y presentador de televisión Gastón Pauls, que se sumó al acto, afirmó que "un país que mutila a sus niños es un país que se condena a sí mismo" y denunció que en estos momentos la sociedad argentina "no da hijos sino hambre y no da vida sino 'paco' (droga elaborada con los residuos de la producción de cocaína)".

Los manifestantes, que denunciaron la falta de representantes gubernamentales en las concentraciones llevadas a cabo durante estos once días por todo el país, corearon junto con los niños "desde chiquito me enamoré de un hermoso sueño en el que todos podían comer en un país que no tenía dueño" y entonaron el himno argentino.

Como punto final se bendijeron cientos de hogazas de pan que más tarde fueron repartidas entre los asistentes.

"Este año, la marcha se inició en la provincia de Misiones en homenaje a los 17 niños menores de dos años que murieron durante 2006 por desnutrición", explicó Carlos Chile, dirigente del Movimiento Territorial de Liberación, una de las 300 organizaciones sociales que apoyaron la manifestación.

La peregrinación, iniciada el 7 de mayo pasado, recorrió localidades de las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa (noreste del país), donde el 45,7 por ciento de la población es pobre, además de Santa Fe y Buenos Aires, donde la pobreza afecta alrededor del 23 por ciento de la población.

El Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, formado por 400 organizaciones no gubernamentales, organizó su primera marcha en 2001, cuando centenares de niños caminaron unos 4.000 kilómetros desde la provincia de Jujuy, vecina a Bolivia, hasta Buenos Aires para "para atravesar la conciencia nacional" en favor de la infancia y contra la pobreza.

15 de mayo de 2007

Gringos metiches


Deuda pendiente
Los congresistas demócratas pusieron el dedo en la llaga sobre el tema sindical. No sólo preocupan los muertos, sino las malas condiciones en que trabajan muchos colombianos.
Fecha: 05/12/2007

El TLC con Estados Unidos entró al congelador por una razón simple: los sindicatos. A los congresistas demócratas les preocupa la manera como matan y amenazan en Colombia a los sindicalistas. También que se les pongan miles de trabas a estas organizaciones, y, lo que es peor, que se corra el riesgo de exportar productos baratos, gracias a una sobreexplotación de los trabajadores. Los legisladores gringos sorprendieron al gobierno porque manejaban información detallada sobre todos estos temas. Los más especializados de ellos tenían sobre sus escritorios un completo informe elaborado por la Escuela Nacional Sindical (ENS) sobre la situación de los sindicalistas y en general de los trabajadores.

El documento, fruto de una rigurosa investigación, es escalofriante. Muestra, por ejemplo, que en 2005 Colombia aportaba el 61 por ciento de los casos de homicidios de sindicalistas en el mundo. Que la tasa de sindicalización de los trabajadores cayó a niveles sólo comparables con los que existían en 1947 y que en algunos sectores de agroindustria se exprime tanto a la gente, que es imposible no evocar las caucheras que hicieron famosa a la Casa Arana hace un siglo.

El tema es complejo; las cifras, divergentes, y existen muchas verdades a medias. Para empezar, todos coinciden en que en 2006 se incrementó la violencia. El Ministerio de Protección Social habla de 25 asesinatos de afiliados a sindicatos, de los cuales nueve eran dirigentes, contra 13 casos que se habían presentado en 2005. La ENS, sin embargo, tiene cifras más elevadas. Habla de 70 crímenes en 2005, y 72 en 2006. La divergencia se da sobre todo porque el gobierno cuenta aparte los crímenes de los maestros, que suelen estar sindicalizados, y que son la mitad de los casos de muertes y amenazas.



La viuda del sindicalista
Vivir para trabajar


Cerca de medio millón de colombianos trabajan a través de cooperativas. Algunas cumplen con la ley, pero otras están explotando a los trabajadores y dejándolos sin seguridad social. El gobierno intenta meterlas en cintura, pero aún no lo ha logrado totalmente



Para la ENS hay una correlación entre huelgas, paros y pactos colectivos con el incremento de las amenazas y los atentados. "Los maestros son los más activos en cuanto a luchas sociales y por eso son más atacados", dice Luciano Sanín, director de esta organización.

El gobierno objeta con razón estas cifras. Muchos sindicalistas han sido asesinados por causas diferentes a su ejercicio sindical, bien sea por asuntos personales o por negocios. Pero como durante tantos años estos crímenes han estado en la impunidad, es difícil demostrar que las causas pueden ser múltiples.

La Fiscalía creó un grupo especial de 13 fiscales y 78 investigadores para sacar adelante los 1.097 casos que hay por muertes de sindicalistas. De estos, apenas 37 han terminado en condena a los responsables. Con ayuda de los organismos internacionales, la Fiscalía intentará resolver 200 casos prioritarios en los próximos meses. La más reciente acusación la hizo contra 'Jorge 40' por el asesinato de dos sindicalistas de la empresa carbonífera Drummond en Cesar (ver recuadro La viuda del sindicalista).

Pero la confusión que hay con las cifras suele empantanar una realidad que no es sólo numérica. Ser sindicalista es un oficio de alto riesgo para cualquier persona en este país y eso no es aceptable en una democracia. Así se lo recalcaron varios congresistas norteamericanos al presidente Álvaro Uribe durante su visita a Washington.

Los sindicatos, a pesar de que han abusado de sus privilegios, son esenciales para evitar que la riqueza de un país se produzca a costa de empleos esclavizantes. Los sindicatos han logrado cosas que ahora a muchos colombianos parecen obvias, como que la jornada laboral sea de ocho horas y no de 14, o que las vacaciones pagas sean un derecho, o que una mujer embarazada tenga derecho a conservar su empleo.

Pero en Colombia la guerra ha complicado las cosas. Decir que la guerrilla no actúa dentro de algunos sindicatos es como tapar el sol con las manos. Baste recordar casos como el de Manuel Chacón, un carismático trabajador de Ecopetrol asesinado hace casi dos décadas en Barrancabermeja, cuya memoria se la disputan entre el ELN y el sindicato (USO), puesto que éste pertenecía a ambas organizaciones. Estos casos, que son minoritarios, no pueden dar pie a justificar la violencia, y, por el contrario, les han hecho un enorme daño a los sindicatos, que en algunos casos son vistos como correas de transmisión de los grupos armados.

Las libertades

La segunda preocupación de los legisladores demócratas es la falta de libertades sindicales. "Sólo conozco dos países donde el gobierno puede declarar ilegal una huelga: Colombia y la Unión Soviética", dijo el congresista estadounidense Sander Levin a SEMANA durante la visita del presidente Uribe. En igual sentido se ha pronunciado el Departamento de Estado. A todos les preocupa, por ejemplo, que el gobierno tenga la facultad de expedir licencia de funcionamiento a los sindicatos. "El gobierno apenas debería ser notificado de la creación de los mismos", dice Marcelo Castro, representante de la OIT en Colombia.

Para los organismos internacionales, las trabas legales son inadmisibles. Un ejemplo reciente sobre estos obstáculos les ocurrió a los futbolistas. "El Ministerio de Protección dijo que como no éramos un sindicato sino una asociación, no podíamos presentar pliego de peticiones. Nos quejamos ante la OIT y ésta ratificó que nos podemos organizar de muchas maneras", dice Carlos 'El Puche' González, que promueve la agrupación de 800 futbolistas que aspiran a negociar sus condiciones de trabajo con 14 empresarios diferentes.

A las trabas legales se les suma la falta de confianza y legitimidad que tienen los sindicatos. Casos de corrupción como los de Foncolpuertos, donde los dirigentes sindicales tuvieron una enorme responsabilidad en la defraudación de la empresa, desprestigiaron enormemente el sector. "Los sindicalistas tienen un gran trabajo por hacer para ganarse la confianza de la opinión pública", dice Castro.

La nueva vorágine


Pero de todos los temas, quizá el más espinoso es el de las cooperativas de trabajo asociado. El propio gobierno ha reconocido que no ha sido capaz de ponerlas en cintura, a pesar de que en diciembre expidió un decreto para regularlas. El asunto es sencillo. Muchas empresas ya no contratan directamente a sus trabajadores, sino a través de cooperativas creadas, supuestamente, por los mismos obreros. Estas cooperativas contratan con la empresa y son ellas las que les pagan a los trabajadores.

Las cooperativas en sí no son malas, y por el contrario, la OIT las promueve. Los problemas son las trampas que los avivatos están haciendo con ellas y la falta de control. En primer lugar, se ha descubierto que muchas cooperativas son creadas por los propios empresarios para eludir el pago de prestaciones sociales. En segundo lugar, ha surgido toda una red de subcontratos donde cada vez baja más el ingreso y la calidad de vida de la gente. Y en tercer lugar, se ha generado una gran inseguridad laboral para los trabajadores.

Muchos son llamados a trabajar apenas unos días al mes, sus prestaciones sociales funcionan sólo para esos días, y el resto de tiempo pasan hambre. Como si fuera poco, como trabajan en sectores muy exigentes de agroindustria, nadie responde por las enfermedades que les quedan como secuelas de su oficio. Y como son cooperados, no pueden sindicalizarse. En menos de cinco años el número de personas vinculadas a cooperativas ha crecido un 1.000 por ciento. Actualmente son casi medio millón de colombianos que trabajan así cortando caña, palma de aceite o flores (ver recuadro Vivir para trabajar).

La calidad de este tipo de empleo puede llegar a ser pésima, y tanto el gobierno como algunas empresas se lavan las manos, con el argumento de que las cooperativas son autónomas y pertenecen a los propios trabajadores.

Es evidente que las cooperativas son una respuesta a la necesidad de las empresas para reducir sus costos con el fin de poder competir en el mundo. En muchos casos, están compitiendo con países de Asia y África, donde hay dictaduras y no se respetan los derechos de la gente. Pero eso no es una excusa válida: Colombia es una democracia y tiene que mantener un estándar de calidad en el ingreso y el empleo de la gente. Ese es el dilema y el mensaje de los demócratas dejaron planteado: que la competitividad no se podrá hacer a costillas del eslabón más débil de la cadena, que son los trabajadores. Un problema que en sana lógica debería preocuparle más al gobierno colombiano, que al Congreso de Estados Unidos.


Colaboracion Pachacutik.

10 de mayo de 2007

NEGROPONTE ASESINO: FUERA DEL ECUADOR.

ECUADOR:

Por Tribunal Dignidad, Soberanía y Paz Contra la Guerra

Este miércoles 9 de mayo llega Negroponte a Quito. El tribunal dignidad, soberanía y paz del Ecuador llama a todas las organizaciones patrióticas y populares del país a repudiar la presencia de John Negroponte, agente de la CIA, ex-comandante de los escuadrones de la muerte en Centroamérica, ex embajador en Honduras de 1981 a 1985, ex embajador de ocupación en Irak, ex jefe de la CIA y actual Secretario de Estado adjunto (virrey) para América Latina.

¡Negroponte no puede y no debe amilanarnos!
¡Respaldamos la política de dignidad y soberanía del presidente Correa!

Frente a la política de dignidad y soberanía del presidente ecuatoriano Rafael Correa Delgado, la misma que ha sido expresada con voz firme por él mismo y por su canciller María Fernanda Espinosa, convocamos a ser solidarios con la patria y su futuro.

¡Viva el ecuador y su pueblo digno y soberano!

El Tribunal Dignidad, Soberanía y Paz Contra la Guerra, agrupa a intelectuales y representantes de organizaciones sociales del Ecuador y se formó en el teatro Universitario de Quito al inicio de la última invasión estadounidense e inglesa a Iraq. IMPORTANTE: Para el Tribunal Dignidad, Soberanía y Paz contra la Guerra, serán muy valiosos sus comentarios y opiniones sobre este documento.

tribunalpazecuador@yahoo.com


organizacion@congresobolivariano.org






Hoy escribo por que tengo ganas,por que la palabra escrita es mejor que la palabra hablada, o no dicha,por que lo escrito se sumerje en la piedad y revindica la cancion del perdon ,por que si me equivoco: borroneo,sigo adelante.La pluma crea universo tibio de rebeldia y sudores ,yo solo soy yo sin mas pretension de la poesia de lo que roza al alma, cosquillita pegajosa que nos martilla cuando tenemos culpa o hambre de amores,la palabra, mil veces escrita y mil veces perdonada es la historia de nuestro camino reinventado por las sutilezas de la mente,ahi la crueldad y la misericordia juegan exlatando a nuestros enemigos y monumentando a nuestros mentores,la palabra es la exlatacion del pensamiento manifestada en el concreto,el embutido de angel y demonio que nos hace saborear la carne , cuando timida la pupila recien reconoce la presa que se instala en el alma.El humano es verbo andante en la carretera de la vida,la palabra es el viaje,miel solitaria,catadora de versos ¿quien comprende donde cae exacta la diferencia entre el hombre y el mono si no es en la poesia? ... si la sensibilidad llora apaleada en una esquina ,es por que hemos olvidado hecharle mano a la imagen misteriosa que divertida o asquerosa implora por salir ...Hay que agarrase a la palabra como si fuera un duendecito que habita en el tintineo del eco,agarrase agarrase para no caer en tentaciones infantiles parecidas a la neurosis o a los inviernos o la mudez total que se esta cominedo el alma de la mayoria del mundo que anda por ahi afuera diciendose gente civilizada.

Naara

8 de mayo de 2007

Yo no les creo nada noooo!!!


Asi rezaba un tango compuesto por dos indocumentados viajeros oriundos de Quito "Yo no les creo nada,nooooo,mejor vuelvan a nacer" y seguia algo asi,"ni a las multinacionales,ni a los politicos,ni a la farandula,mejor vuelva a nacer",a pito de esto se me vienen inumerables reflexiones a la cabeza: una de tantas :¿que hacen dos ecuatorianos cantando un tango en la mitad de brasil? sabemos que la musica es universal , independiente de donde nos hayan parido nuestras madres tenemos por derecho universal la libertad de expresion,entonces, no hay ningun problema,a mi parecer y tampoco segun la declaracion universal de derechos humanos proclamada el 10 de diciembre de 1948 por la asamblea general de las Naciones Unidas, reza el articulo 19 de dicha declaracion:
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión..
Ahora teorizando ¿que pasaria si estos dos viajeros o cualquier otro ser humano se parara afuera de la embajada de estados unidos a cantar ,como sucedio el 12 de enero del 2000 en protesta contra la dolarizacion de la moneda ecuatoriana?...el canto ha rezado asi..."no queremos,no nos da la gana,ser una colonia norte americana,fuera de ecuador,de colombia y de argentina ,fuera los yankis de america latina",¿que paso?,violentas represiones por parte del gobierno "democratico" deshicieron en bombazos lacrimogenos el articulo 19 de la declaracion "universal" de los derechos humanos,lo mismo ocurrio el 14 de marzo del 2006 contra las protestas y marchas indigenas donde murio un niño de un año a causa de un balazo,por marchar junto a sus padres declarando que ni el tlc ni el plan colombia respeta al pueblo ecuatoriano.
Sin ir mas lejos y hechando un vistazo a la situacion mundial,el derecho a pataleo ha quedado grabados solamente en el articulo 19 de la dicha declaracion de los derechos humanos,donde no solamente este articulo es pisoteado y olvidado como comprobe horrorizada en la lectura de la famosisima declaracion, si no, casi todos...Ariculo 28 "Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos"...entonces,damas y caballeros,¿que carajo esta pasando en el mundo? ¿en que momento fueron abolidos estos decretos? me imagino que fueron abolidos y que la mayor parte del mundo no se entero,tomando en cuenta la vista gorda que hace la ONU frente a las repetidas violaciones de los derechos humanos que lleva a cabo el gobierno estadounidente actualmente en el medio oriente,matando y saqueando a diestra y siniestra a cuanto sospechoso de terrorista se ponga por delante a sus intereses economicos...
Dia a dia millones de seres humanos inocentes mueren de hambre,violencia y miedo ,mientras, transan sus supuestos gobiernos democraticos tratados de libre comercio y pactos de globalizacion absurda que llevan a la deshumanizacion dolarizada...inocentemente podriamos agarranos del articulo 19 de la famosa declaracion de derechos humanos para tomarnos las calles y obligar al corrupto poder (que quien sabe quien puso en el gobierno) a por lo menos escucharnos ,dia tras dia, hora tras hora ,semana tras semana,asi como ellos nos han bombareado por años y años con propaganda politica sucia,ilicita y mentirosa donde la promesa de seguridad social y mejores y mas empleos son el dedo sucio que ponen en la boca del pueblo asegurando que el voto es DEMOCRACIA,han pasado ya los tiempos de la democracia...si pensamos ,quizas ,desde los antiguos griegos la democracia jamas existio,solo tenian derecho a voto las castas superiores y de elite,ahora,claro,si,perdonen damas y caballeros,el derecho a voto es universal y por ello peliaron nuestras abuelas y obreros que murieron en la lucha por su derecho a elegir y exijir SUS derechos,pero ahora,en la actual democracia,solo tenemos derecho a escojer al oligarca de turno que velara por los beneficios economicos de los otros oligarcas que siguen en la fila con dientes y bolsillos hambrientos de poder politico ,ergo,economico...

Panomara social mundial:metiroso,las estadisticas mienten,los gobiernos mienten,los refugios mienten,los derechos humanos descaradamente nos mienten...yo nos les creo nada nooooooo,mejor vuelvan a nacer,por eso,mientras esperamos a que venga algun super heroe de otra galaxia a salvarnos de nuestra modorra,causada por años y años de represion militar, social y politica¿ por que nos nos cantamos otro tanguito como ese de disepolos que dice que el mundo fue y sera una porqueria ya lo se?....o ¿simplemente nos seguimos haciendo los sordos frente a los gritos desgarradores de nuestro projimo de medio oriente que solo vemos por television?¿o nos fumamos un cigarrito pensando que esta cronica esta interesante y que la chica tiene muy buenas intenciones pero no se puede hacer nada?¿o nos ponemos las pilas y organizamos una red donde informemos a la poblacion de sus derechos y la exijencia de ellos? o por lo menos leemos la declaracion universal de los derechos humanos y se la mostramos a nuestra familia,amigos y vecinos? hay otra cancioncita que dice asi


Quieren ocultar la infamia
que legaron desde siglos
pero el color de asesinos
no borrarán de su cara.
Ya fueron miles y miles
los que entregaron su sangre
y en caudales generosos
multiplicaron los panes.
Ahora quiero vivir,
junto a mi hijo y mi hermano,
la primavera que todos
vamos construyendo a diario.
No me asusta la amenaza,
patrones de la miseria.
La estrella de la esperanza
continuará siendo nuestra.
Vientos del pueblo me llaman,
vientos del pueblo me llevan.
Me esparcen el corazón
y me avientan la garganta.
Así cantará el poeta
mientras el alma me suene
por los caminos del pueblo
desde ahora y para siempre.


Esa estaria buena para ir cantando por las calles,sin importar frente a que puerta nos paremos o si nos gusta o no el color de nuestra bandera...

Naara

6 de mayo de 2007

Chac Mool




Carlos Fuentes

Hace poco tiempo, Filiberto murió ahogado en Acapulco. Sucedió en Semana Santa. Aunque había sido despedido de su empleo en la Secretaría, Filiberto no pudo resistir la tentación burocrática de ir, como todos los años, a la pensión alemana, comer el choucrout endulzado por los sudores de la cocina tropical, bailar el Sábado de Gloria en La Quebrada y sentirse “gente conocida” en el oscuro anonimato vespertino de la Playa de Hornos. Claro, sabíamos que en su juventud había nadado bien; pero ahora, a los cuarenta, y tan desmejorado como se le veía, ¡intentar salvar, a la medianoche, el largo trecho entre Caleta y la isla de la Roqueta! Frau Müller no permitió que se le velara, a pesar de ser un cliente tan antiguo, en la pensión; por el contrario, esa noche organizó un baile en la terracita sofocada, mientras Filiberto esperaba, muy pálido dentro de su caja, a que saliera el camión matutino de la terminal, y pasó acompañado de huacales y fardos la primera noche de su nueva vida. Cuando llegué, muy temprano, a vigilar el embarque del féretro, Filiberto estaba bajo un túmulo de cocos: el chofer dijo que lo acomodáramos rápidamente en el toldo y lo cubriéramos con lonas, para que no se espantaran los pasajeros, y a ver si no le habíamos echado la sal al viaje.

Salimos de Acapulco a la hora de la brisa tempranera. Hasta Tierra Colorada nacieron el calor y la luz. Mientras desayunaba huevos y chorizo abrí el cartapacio de Filiberto, recogido el día anterior, junto con sus otras pertenencias, en la pensión de los Müller. Doscientos pesos. Un periódico derogado de la ciudad de México. Cachos de lotería. El pasaje de ida -¿sólo de ida? Y el cuaderno barato, de hojas cuadriculadas y tapas de papel mármol.

Me aventuré a leerlo, a pesar de las curvas, el hedor a vómitos y cierto sentimiento natural de respeto por la vida privada de mi difunto amigo. Recordaría -sí, empezaba con eso- nuestra cotidiana labor en la oficina; quizá sabría, al fin, por qué fue declinado, olvidando sus deberes, por qué dictaba oficios sin sentido, ni número, ni “Sufragio Efectivo No Reelección”. Por qué, en fin, fue corrido, olvidaba la pensión, sin respetar los escalafones.

“Hoy fui a arreglar lo de mi pensión. El Licenciado, amabilísimo. Salí tan contento que decidí gastar cinco pesos en un café. Es el mismo al que íbamos de jóvenes y al que ahora nunca concurro, porque me recuerda que a los veinte años podía darme más lujos que a los cuarenta. Entonces todos estábamos en un mismo plano, hubiéramos rechazado con energía cualquier opinión peyorativa hacia los compañeros; de hecho, librábamos la batalla por aquellos a quienes en la casa discutían por su baja extracción o falta de elegancia. Yo sabía que muchos de ellos (quizá los más humildes) llegarían muy alto y aquí, en la Escuela, se iban a forjar las amistades duraderas en cuya compañía cursaríamos el mar bravío. No, no fue así. No hubo reglas. Muchos de los humildes se quedaron allí, muchos llegaron más arriba de lo que pudimos pronosticar en aquellas fogosas, amables tertulias. Otros, que parecíamos prometerlo todo, nos quedamos a la mitad del camino, destripados en un examen extracurricular, aislados por una zanja invisible de los que triunfaron y de los que nada alcanzaron. En fin, hoy volví a sentarme en las sillas modernizadas -también hay, como barricada de una invasión, una fuente de sodas- y pretendí leer expedientes. Vi a muchos antiguos compañeros, cambiados, amnésicos, retocados de luz neón, prósperos. Con el café que casi no reconocía, con la ciudad misma, habían ido cincelándose a ritmo distinto del mío. No, ya no me reconocían; o no me querían reconocer. A lo sumo -uno o dos- una mano gorda y rápida sobre el hombro. Adiós viejo, qué tal. Entre ellos y yo mediaban los dieciocho agujeros del Country Club. Me disfracé detrás de los expedientes. Desfilaron en mi memoria los años de las grandes ilusiones, de los pronósticos felices y, también todas las omisiones que impidieron su realización. Sentí la angustia de no poder meter los dedos en el pasado y pegar los trozos de algún rompecabezas abandonado; pero el arcón de los juguetes se va olvidando y, al cabo, ¿quién sabrá dónde fueron a dar los soldados de plomo, los cascos, las espadas de madera? Los disfraces tan queridos, no fueron más que eso. Y sin embargo, había habido constancia, disciplina, apego al deber. ¿No era suficiente, o sobraba? En ocasiones me asaltaba el recuerdo de Rilke. La gran recompensa de la aventura de juventud debe ser la muerte; jóvenes, debemos partir con todos nuestros secretos. Hoy, no tendría que volver la mirada a las ciudades de sal. ¿Cinco pesos? Dos de propina.”

“Pepe, aparte de su pasión por el derecho mercantil, gusta de teorizar. Me vio salir de Catedral, y juntos nos encaminamos a Palacio. Él es descreído, pero no le basta; en media cuadra tuvo que fabricar una teoría. Que si yo no fuera mexicano, no adoraría a Cristo y -No, mira, parece evidente. Llegan los españoles y te proponen adorar a un Dios muerto hecho un coágulo, con el costado herido, clavado en una cruz. Sacrificado. Ofrendado. ¿Qué cosa más natural que aceptar un sentimiento tan cercano a todo tu ceremonial, a toda tu vida?... figúrate, en cambio, que México hubiera sido conquistado por budistas o por mahometanos. No es concebible que nuestros indios veneraran a un individuo que murió de indigestión. Pero un Dios al que no le basta que se sacrifiquen por él, sino que incluso va a que le arranquen el corazón, ¡caramba, jaque mate a Huitzilopochtli! El cristianismo, en su sentido cálido, sangriento, de sacrificio y liturgia, se vuelve una prolongación natural y novedosa de la religión indígena. Los aspectos caridad, amor y la otra mejilla, en cambio, son rechazados. Y todo en México es eso: hay que matar a los hombres para poder creer en ellos.

“Pepe conocía mi afición, desde joven, por ciertas formas de arte indígena mexicana. Yo colecciono estatuillas, ídolos, cacharros. Mis fines de semana los paso en Tlaxcala o en Teotihuacán. Acaso por esto le guste relacionar todas las teorías que elabora para mi consumo con estos temas. Por cierto que busco una réplica razonable del Chac Mool desde hace tiempo, y hoy Pepe me informa de un lugar en la Lagunilla donde venden uno de piedra y parece que barato. Voy a ir el domingo.

“Un guasón pintó de rojo el agua del garrafón en la oficina, con la consiguiente perturbación de las labores. He debido consignarlo al Director, a quien sólo le dio mucha risa. El culpable se ha valido de esta circunstancia para hacer sarcasmos a mis costillas el día entero, todos en torno al agua. Ch...”

“Hoy domingo, aproveché para ir a la Lagunilla. Encontré el Chac Mool en la tienducha que me señaló Pepe. Es una pieza preciosa, de tamaño natural, y aunque el marchante asegura su originalidad, lo dudo. La piedra es corriente, pero ello no aminora la elegancia de la postura o lo macizo del bloque. El desleal vendedor le ha embarrado salsa de tomate en la barriga al ídolo para convencer a los turistas de la sangrienta autenticidad de la escultura.

“El traslado a la casa me costó más que la adquisición. Pero ya está aquí, por el momento en el sótano mientras reorganizo mi cuarto de trofeos a fin de darle cabida. Estas figuras necesitan sol vertical y fogoso; ese fue su elemento y condición. Pierde mucho mi Chac Mool en la oscuridad del sótano; allí, es un simple bulto agónico, y su mueca parece reprocharme que le niegue la luz. El comerciante tenía un foco que iluminaba verticalmente en la escultura, recortando todas sus aristas y dándole una expresión más amable. Habrá que seguir su ejemplo.”

“Amanecí con la tubería descompuesta. Incauto, dejé correr el agua de la cocina y se desbordó, corrió por el piso y llego hasta el sótano, sin que me percatara. El Chac Mool resiste la humedad, pero mis maletas sufrieron. Todo esto, en día de labores, me obligó a llegar tarde a la oficina.”

“Vinieron, por fin, a arreglar la tubería. Las maletas, torcidas. Y el Chac Mool, con lama en la base.”

“Desperté a la una: había escuchado un quejido terrible. Pensé en ladrones. Pura imaginación.”

“Los lamentos nocturnos han seguido. No sé a qué atribuirlo, pero estoy nervioso. Para colmo de males, la tubería volvió a descomponerse, y las lluvias se han colado, inundando el sótano.”

“El plomero no viene; estoy desesperado. Del Departamento del Distrito Federal, más vale no hablar. Es la primera vez que el agua de las lluvias no obedece a las coladeras y viene a dar a mi sótano. Los quejidos han cesado: vaya una cosa por otra.”

“Secaron el sótano, y el Chac Mool está cubierto de lama. Le da un aspecto grotesco, porque toda la masa de la escultura parece padecer de una erisipela verde, salvo los ojos, que han permanecido de piedra. Voy a aprovechar el domingo para raspar el musgo. Pepe me ha recomendado cambiarme a una casa de apartamentos, y tomar el piso más alto, para evitar estas tragedias acuáticas. Pero yo no puedo dejar este caserón, ciertamente es muy grande para mí solo, un poco lúgubre en su arquitectura porfiriana. Pero es la única herencia y recuerdo de mis padres. No sé qué me daría ver una fuente de sodas con sinfonola en el sótano y una tienda de decoración en la planta baja.”

“Fui a raspar el musgo del Chac Mool con una espátula. Parecía ser ya parte de la piedra; fue labor de más de una hora, y sólo a las seis de la tarde pude terminar. No se distinguía muy bien la penumbra; al finalizar el trabajo, seguí con la mano los contornos de la piedra. Cada vez que lo repasaba, el bloque parecía reblandecerse. No quise creerlo: era ya casi una pasta. Este mercader de la Lagunilla me ha timado. Su escultura precolombina es puro yeso, y la humedad acabará por arruinarla. Le he echado encima unos trapos; mañana la pasaré a la pieza de arriba, antes de que sufra un deterioro total.”

“Los trapos han caído al suelo, increíble. Volví a palpar el Chac Mool. Se ha endurecido pero no vuelve a la consistencia de la piedra. No quiero escribirlo: hay en el torso algo de la textura de la carne, al apretar los brazos los siento de goma, siento que algo circula por esa figura recostada... Volví a bajar en la noche. No cabe duda: el Chac Mool tiene vello en los brazos.”

“Esto nunca me había sucedido. Tergiversé los asuntos en la oficina, giré una orden de pago que no estaba autorizada, y el Director tuvo que llamarme la atención. Quizá me mostré hasta descortés con los compañeros. Tendré que ver a un médico, saber si es mi imaginación o delirio o qué, y deshacerme de ese maldito Chac Mool.”

Hasta aquí la escritura de Filiberto era la antigua, la que tantas veces vi en formas y memoranda, ancha y ovalada. La entrada del 25 de agosto, sin embargo, parecía escrita por otra persona. A veces como niño, separando trabajosamente cada letra; otras, nerviosa, hasta diluirse en lo ininteligible. Hay tres días vacíos, y el relato continúa:

“Todo es tan natural; y luego se cree en lo real... pero esto lo es, más que lo creído por mí. Si es real un garrafón, y más, porque nos damos mejor cuenta de su existencia, o estar, si un bromista pinta el agua de rojo... Real bocanada de cigarro efímera, real imagen monstruosa en un espejo de circo, reales, ¿no lo son todos los muertos, presentes y olvidados?... si un hombre atravesara el paraíso en un sueño, y le dieran una flor como prueba de que había estado allí, y si al despertar encontrara esa flor en su mano... ¿entonces, qué?... Realidad: cierto día la quebraron en mil pedazos, la cabeza fue a dar allá, la cola aquí y nosotros no conocemos más que uno de los trozos desprendidos de su gran cuerpo. Océano libre y ficticio, sólo real cuando se le aprisiona en el rumor de un caracol marino. Hasta hace tres días, mi realidad lo era al grado de haberse borrado hoy; era movimiento reflejo, rutina, memoria, cartapacio. Y luego, como la tierra que un día tiembla para que recordemos su poder, o como la muerte que un día llegará, recriminando mi olvido de toda la vida, se presenta otra realidad: sabíamos que estaba allí, mostrenca; ahora nos sacude para hacerse viva y presente. Pensé, nuevamente, que era pura imaginación: el Chac Mool, blando y elegante, había cambiado de color en una noche; amarillo, casi dorado, parecía indicarme que era un dios, por ahora laxo, con las rodillas menos tensas que antes, con la sonrisa más benévola. Y ayer, por fin, un despertar sobresaltado, con esa seguridad espantosa de que hay dos respiraciones en la noche, de que en la oscuridad laten más pulsos que el propio. Sí, se escuchaban pasos en la escalera. Pesadilla. Vuelta a dormir... No sé cuánto tiempo pretendí dormir. Cuando volvía a abrir los ojos, aún no amanecía. El cuarto olía a horror, a incienso y sangre. Con la mirada negra, recorrí la recámara, hasta detenerme en dos orificios de luz parpadeante, en dos flámulas crueles y amarillas.

“Casi sin aliento, encendí la luz.

“Allí estaba Chac Mool, erguido, sonriente, ocre, con su barriga encarnada. Me paralizaron los dos ojillos casi bizcos, muy pegados al caballete de la nariz triangular. Los dientes inferiores mordían el labio superior, inmóviles; sólo el brillo del casuelón cuadrado sobre la cabeza anormalmente voluminosa, delataba vida. Chac Mool avanzó hacia mi cama; entonces empezó a llover.”

Recuerdo que a fines de agosto, Filiberto fue despedido de la Secretaría, con una recriminación pública del Director y rumores de locura y hasta de robo. Esto no lo creí. Sí pude ver unos oficios descabellados, preguntándole al Oficial Mayor si el agua podía olerse, ofreciendo sus servicios al Secretario de Recursos Hidráulicos para hacer llover en el desierto. No supe qué explicación darme a mí mismo; pensé que las lluvias excepcionalmente fuertes, de ese verano, habían enervado a mi amigo. O que alguna depresión moral debía producir la vida en aquel caserón antiguo, con la mitad de los cuartos bajo llave y empolvados, sin criados ni vida de familia. Los apuntes siguientes son de fines de septiembre:

“Chac Mool puede ser simpático cuando quiere, ‘...un gluglú de agua embelesada’... Sabe historias fantásticas sobre los monzones, las lluvias ecuatoriales y el castigo de los desiertos; cada planta arranca de su paternidad mítica: el sauce es su hija descarriada, los lotos, sus niños mimados; su suegra, el cacto. Lo que no puedo tolerar es el olor, extrahumano, que emana de esa carne que no lo es, de las sandalias flamantes de vejez. Con risa estridente, Chac Mool revela cómo fue descubierto por Le Plongeon y puesto físicamente en contacto de hombres de otros símbolos. Su espíritu ha vivido en el cántaro y en la tempestad, naturalmente; otra cosa es su piedra, y haberla arrancado del escondite maya en el que yacía es artificial y cruel. Creo que Chac Mool nunca lo perdonará. Él sabe de la inminencia del hecho estético.

“He debido proporcionarle sapolio para que se lave el vientre que el mercader, al creerlo azteca, le untó de salsa ketchup. No pareció gustarle mi pregunta sobre su parentesco con Tlaloc1, y cuando se enoja, sus dientes, de por sí repulsivos, se afilan y brillan. Los primeros días, bajó a dormir al sótano; desde ayer, lo hace en mi cama.”

“Hoy empezó la temporada seca. Ayer, desde la sala donde ahora duermo, comencé a oír los mismos lamentos roncos del principio, seguidos de ruidos terribles. Subí; entreabrí la puerta de la recámara: Chac Mool estaba rompiendo las lámparas, los muebles; al verme, saltó hacia la puerta con las manos arañadas, y apenas pude cerrar e irme a esconder al baño. Luego bajó, jadeante, y pidió agua; todo el día tiene corriendo los grifos, no queda un centímetro seco en la casa. Tengo que dormir muy abrigado, y le he pedido que no empape más la sala2.”

“El Chac inundó hoy la sala. Exasperado, le dije que lo iba a devolver al mercado de la Lagunilla. Tan terrible como su risilla -horrorosamente distinta a cualquier risa de hombre o de animal- fue la bofetada que me dio, con ese brazo cargado de pesados brazaletes. Debo reconocerlo: soy su prisionero. Mi idea original era bien distinta: yo dominaría a Chac Mool, como se domina a un juguete; era, acaso, una prolongación de mi seguridad infantil; pero la niñez -¿quién lo dijo?- es fruto comido por los años, y yo no me he dado cuenta... Ha tomado mi ropa y se pone la bata cuando empieza a brotarle musgo verde. El Chac Mool está acostumbrado a que se le obedezca, desde siempre y para siempre; yo, que nunca he debido mandar, sólo puedo doblegarme ante él. Mientras no llueva -¿y su poder mágico?- vivirá colérico e irritable.”

“Hoy decidí que en las noches Chac Mool sale de la casa. Siempre, al oscurecer, canta una tonada chirriona y antigua, más vieja que el canto mismo. Luego cesa. Toqué varias veces a su puerta, y como no me contestó, me atrevía a entrar. No había vuelto a ver la recámara desde el día en que la estatua trató de atacarme: está en ruinas, y allí se concentra ese olor a incienso y sangre que ha permeado la casa. Pero detrás de la puerta, hay huesos: huesos de perros, de ratones y gatos. Esto es lo que roba en la noche el Chac Mool para sustentarse. Esto explica los ladridos espantosos de todas las madrugadas.”

“Febrero, seco. Chac Mool vigila cada paso mío; me ha obligado a telefonear a una fonda para que diariamente me traigan un portaviandas. Pero el dinero sustraído de la oficina ya se va a acabar. Sucedió lo inevitable: desde el día primero, cortaron el agua y la luz por falta de pago. Pero Chac Mool ha descubierto una fuente pública a dos cuadras de aquí; todos los días hago diez o doce viajes por agua, y él me observa desde la azotea. Dice que si intento huir me fulminará: también es Dios del Rayo. Lo que él no sabe es que estoy al tanto de sus correrías nocturnas... Como no hay luz, debo acostarme a las ocho. Ya debería estar acostumbrado al Chac Mool, pero hace poco, en la oscuridad, me topé con él en la escalera, sentí sus brazos helados, las escamas de su piel renovada y quise gritar.”

“Si no llueve pronto, el Chac Mool va a convertirse otra vez en piedra. He notado sus dificultades recientes para moverse; a veces se reclina durante horas, paralizado, contra la pared y parece ser, de nuevo, un ídolo inerme, por más dios de la tempestad y el trueno que se le considere. Pero estos reposos sólo le dan nuevas fuerzas para vejarme, arañarme como si pudiese arrancar algún líquido de mi carne. Ya no tienen lugar aquellos intermedios amables durante los cuales relataba viejos cuentos; creo notar en él una especie de resentimiento concentrado. Ha habido otros indicios que me han puesto a pensar: los vinos de mi bodega se están acabando; Chac Mool acaricia la seda de la bata; quiere que traiga una criada a la casa, me ha hecho enseñarle a usar jabón y lociones. Incluso hay algo viejo en su cara que antes parecía eterna. Aquí puede estar mi salvación: si el Chac cae en tentaciones, si se humaniza, posiblemente todos sus siglos de vida se acumulen en un instante y caiga fulminado por el poder aplazado del tiempo. Pero también me pongo a pensar en algo terrible: el Chac no querrá que yo asista a su derrumbe, no querrá un testigo..., es posible que desee matarme.”

“Hoy aprovecharé la excursión nocturna de Chac para huir. Me iré a Acapulco; veremos qué puede hacerse para conseguir trabajo y esperar la muerte de Chac Mool; sí, se avecina; está canoso, abotagado. Yo necesito asolearme, nadar y recuperar fuerzas. Me quedan cuatrocientos pesos. Iré a la Pensión Müller, que es barata y cómoda. Que se adueñe de todo Chac Mool: a ver cuánto dura sin mis baldes de agua.”

Aquí termina el diario de Filiberto. No quise pensar más en su relato; dormí hasta Cuernavaca. De ahí a México pretendí dar coherencia al escrito, relacionarlo con exceso de trabajo, con algún motivo sicológico. Cuando, a las nueve de la noche, llegamos a la terminal, aún no podía explicarme la locura de mi amigo. Contraté una camioneta para llevar el féretro a casa de Filiberto, y después de allí ordenar el entierro.

Antes de que pudiera introducir la llave en la cerradura, la puerta se abrió. Apareció un indio amarillo, en bata de casa, con bufanda. Su aspecto no podía ser más repulsivo; despedía un olor a loción barata, quería cubrir las arrugas con la cara polveada; tenía la boca embarrada de lápiz labial mal aplicado, y el pelo daba la impresión de estar teñido.

-Perdone... no sabía que Filiberto hubiera...

-No importa; lo sé todo. Dígale a los hombres que lleven el cadáver al sótano.

FIN


1. Deidad azteca de la lluvia.
2. Filiberto no explica en qué lengua se entendía con el Chac Mool.