23 de enero de 2007

Mujeres Medicina



En el cantón del Tambo, provincia de Cañar, Ecuador,una hermosa labor de entrega y recuperación de tradiciones ancestrales se esta llevando a cabo: un grupo de personas, principalmente mujeres de la etnia indígena cañari, trabajan todos los miércoles en el centro medicinal del Tambo, ahí, gracias a un proyecto del servicio de salud, han cultivado un huerto de variadas plantas medicinales.Al ingresar al lugar ,se distinguen los variados “montes” curativos, oreja de burro, borraja, matico, entre muchas y una modesta y mágica wechuma en el centro exacto de las medicinas….
Con mucho esfuerzo y un trabajo comunitario sorprendente ,se lleva a cabo en este lugar la construcción del laboratorio del centro medicinal del cantón del Tambo, el trabajo esta organizado por turnos voluntarios, sin que por eso nadie haga la vista gorda a los esfuerzos ajenos,por el momento trabajan en un laboratorio improvisado ubicado a una distancia prudente del huerto, ahí se llevan a cabo la realización de jarabes, pomadas ,tinturas bajo recetas heredadas por tradición oral y familiar….
El centro medicinal del Tambo es una instancia real y concreta de organización y trabajo comunitario, Quintún quiere recalcar por sobre todo la labor desinteresada de las “mamitas” que traspasan su conocimiento de curación a través de la medicina ancestral.El esfuerzo no es en vano, las medicinas son comercializadas bajo un modesto precio que permiten costear los gastos básicos de consumo del centro, además se abre una puerta auspiciosa hacia la independencia económica y moral de muchas de estas mujeres, ser mujeres en estos tiempos es difícil, mas aun ser mujer indígena y poseedora de conocimientos ancestrales que en una sociedad hipócrita como la nuestra poco valen…
La medicina natural es una instancia real de sanación del cuerpo y del espíritu, por eso debemos agradecer el esfuerzo de las mujeres del centro de medicina natural del Tambo por querer acercar a nuestra dormida comunidad herramientas ancestrales como lo son el bienestar de cuerpo y alma a través de los regalos que nos brinda la Madre Tierra. El traspaso de conocimientos medicinales antiguos no puede quedar en un recuerdo de antaño, es por eso que esta humilde labor de entrega se difunde hoy en día, para que así este ejemplo de trabajo comunitario en medicina y memoria ancestral, sea inspiración para nosotros y nuestros hijos y así, dignifiquemos con admiración y respeto el pisoteado y olvidado conocimiento indígena.

Naara