23 de enero de 2007


No puedo mirarme al espejo...sospecho, lentamente, que me estoy convirtiendo en un estado de ánimo,quizas es concecuencia directa de despertar de un tiempo a esta parte con un desconocido en mi cama.Esta vez es raro,cuando sucedía, uno de los dos abría la puerta y aparecía en cualquier otra parte del universo....Pero ahora...Ya son un par de semanas...En realidad el desconocido se me hace con rasgos familiares,si sonríe, es joven,su vejez es inteligente...Lo más extraño es que canta y cuando canta,escucho su voz en la neblina,la contracción del vientre se expande y entonces ,creo de verdad recordar...("tengo un recuerdo dulce y calentito que guardo en tus bolsillos") Y ahi, sigilosa,entre madera y estrella me acerco con dos semillas azules en cada mano y susurro un verso lento en su nuca:
"parece que los ojos se tu hubieran volado"
El desconocido gira en grado de sol y brilla, ahora ,arrastra recuerdos lejanos y profundos,es una pluma de hierro,una caricia mojada,una memoria que viene remando distancias desde todas las islas y el fuego...él es ahora familia, habitante, puerta de espasmos, él es luminoso...


Entonces grito, grito, grito ,abierto y cerrado, redondo y cuadrado, de luz y de espanto... y de mi boca salen todas las lágrimas que pujan en mis venas....y de súbito (sabrá Dios por qué) el recuerdo insolente gime de miedo y corre como un animalito desconcertado a esconderse entre las ramas y vuelve a ser lenta y sucecivamente el desconocido...


Al atardecer, cuando me preparo a cosechar un poco de ilusiones, observo el mar de maíz que decora mis ventanas y pienso en que mañana sera otro día y que quizás (si el pájaro verde canta mas tarde que temprano) el desconocido no este en mi cama, quizás ,el desconocido deje de ser desconocido,como cuando canta y recuerda al grito y a la ventana...quizás,para nosotros mañana cante el verde pájaro y el un bostezo de arroz y letargo despertemos por fin recordando nuestros perdidos rostros.


Naara